10 junio 2007

Pearl Jam en Madrid. Catarsis grunge

El sol se ha ido y el cielo empieza a tonarse azul melancólico.

Un sample evocador como una marea se funde con clandestinas gotas de lluvia de junio.

Veinte mil personas callan a la vez.

Dos guitarras, un bajo, una batería y una voz...

"What the fuck is this world running to?

You didn't leave
a message
at least I could have
heard your voice
one last time."



Los primeros compases de Porch, la canción que Eddie Vedder el cantante de Pearl Jam dedicó en 1991 a un amor perdido.

Huérfanos y perdidos se habían sentido muchos entonces al escuchar por primera vez esos once trozos de corazón negro que componen Ten, el primer album del grupo.

Y entre ellos yo. Forzadas melancolías adolescentes ayer, nostalgias treinteañeras ahora.

Nada como el grunge para resumir los sentimientos contrapuestos de la pubertad. La fuerza de la distorsión al servicio del pesimismo.

Hacía diecisiete años que Pearl Jam no actuaba en España, hasta septiembre del año pasado. La segunda, ésta. Un escenario negro, con banderas celtas y un fondo de olas orientales, sobre un deshilachado campo de fútbol de hebra amarilla. El espacio del Festimad.

Varias (bastantes) horas antes de ese arranque ya estaba agarrado a la porción de catarsis musical que me correspondía a cambio de una entrada de 40 euros. Una valla de seguridad que partía en dos la platea, a cien metros de los micrófonos.

Más cerca, casi encima del escenario se apretujan jóvenes, que no habían nacido cuando el grupo lanzaba sus primeras canciones. "European Tour, 2007" reza la espalda de sus camisetas "Lisbon, Madrid, Venice.." Siglos hace cuando, me acompañaron a Venecia encerrados en un antiguo walkman, en el viaje de fin de curso del instituto.

Después de Porch, dos temas más... Vedder saca un papelito y lee "Estiamos muy contentos venir aquí"... Dos botellas de vino más tarde el vocalista dice en ingles "This is gonna be the best summer of your life". Bueno... al menos, no empezaría nada mal.

Tras una docena de canciones...

"Ooh, and all I taught her was everything
Ooh, I know she gave me all that she wore

And now my bitter hands chafe beneath the clouds

Of what was everything.

Oh, the pictures have all been washed in black, tattooed everything..."


Black. Sólo esa canción merece un concierto.

Una hora y cuarenta y cinco minutos. Nada más. Puro extasis grunge.

Hasta la próxima Eddie.

23 mayo 2007

La SGAE, esos piratas

Recuerdo mis películas favoritas sobre mafiosos italianos, esas ambientadas en los años 50 o así. En ellas es casi obligada la figura del recaudador. Ese tipo entrando en una pequeña pero coqueta tienda de comestibles pidiendo no sé qué pago “a cambio de protección”. Acto seguido, la negativa inicial del dueño suele saldarse con un mamporro y un asalto por encima de la barra a la caja registradora.

Algo así pasa hoy en día con la SGAE esos mafiosos camuflados de sociedad gestora de derechos de autor. Lo saco a colación por una noticia (una de tantas) aparecida estos días en la prensa. El dueño de un bar en Tomelloso (Ciudad Real) le ha ganado un pleito a esta “familia”. La SGAE le exigía la friolera de dos millones de euros por “actos de comunicación pública” sin su autorización. En cristiano, por poner música en el bar y no pagar lo que debe a esta sociedad. Dirán algunos, “bueno, joder, así son las cosas, si pones música tienes que pagarlo”. Pues no amigos, resulta que el chaval, amante y conocedor hasta las túrdigas del rock and roll, pinchaba discos (todos de vinilo) de hace 40 o 50 años y de grupos que ni de pajolera coña había escuchado en su vida hablar la autodenominada guardiana de la cultura.

En el juicio el dueño propuso una lista nada menos que de 400 discos para que la SGAE dijese de cuáles de esos grupos tenía los derechos. No hubo respuesta. Al no aportar pruebas de que alguno de esos temas estuviera en su repertorio, el juez determinó, que la sociedad no podía cobrar por ellas. Lógico ¿no?

Pues tampoco, resulta que en el colmo de su desfachatez estos piratas, que no crean nada pero participan de los beneficios de los autores, consideran que “si existe un aparato reproductor de música o televisión en el establecimiento y se prueba que se utiliza estando abierto al público éste, se devengan derechos de autor" independientemente del “repertorio de obras gestionadas por la SGAE que es irrelevante". O sea, cobrar a toda costa aunque la música la haya hecho tu prima.

A esto se suma el monopolio que ejerce esta sociedad que ha tenido pleitos por querer cobrar por autores que, en realidad pertenecen a otras entidades de gestión de derechos.

Lo dicho, unos piratas.

Se merecen lo que les pase.

08 febrero 2007

Zapatillas

Uff,
Desde septiembre no escribía nada. Y así hasta febrero, ¡el tiempo es que vuela! Tres años ya en la capital y, desde hoy mismito comienza la cuenta atrás para cumplir los 30. Edad que dicen que te sume en una crisis de autoconmiseración sin par. Bueno, todavía me quedan 365 días (¿o son 366?). Para celebrarlo, tarta de manzana (porque la manzana quema calorías, ¿no?) y sobre la tarta, un papelito pegado al corcho de la cocina. Esta lleno de buenas intenciones para el año nuevo. Habrá unas catorce (me faltó "dominar el mundo", tal y como dice Betheleem, indispensable en cualquier decálogo de un friki). Entre otras cosas, leer más (sobre todo un tocho de macroeconomía. Un reto personal), dejar de masticarme los dedos (más bien intentar dejar de...) y, una vez fracasada las dietas milagrosas, hacer más deporte para esa joroba frontal llamada barriga.

Es por eso que pagué un semestre de gimansio por adelantado para obligarme a ir. A la semana ya tenía una lesión de rodilla. Así que estoy por el curre como el doctor House, con unas deportivas blanco nuclear llena de rayitas naranjas horteras y además carísimas (las de la foto). Al principio las odiaba, ahora les estoy cogiendo cariño. Lo que pasaba es que las antiguas de un gris discreto (a 9,90 euros) me estaban jodiendo cuando corría. Así que, por hacer un símil, he pasado de tener un Seat panda a un BMW de carreras. Por el momento, con el deportivo ya no me duele mucho la rotula pero sí bastante el bolsillo. Tienen como unos agujeritos que dejan pasar el aire y te dejan los pies helados. Voy por la calle unos centímetros más alto y con los ojos salidos de las órbitas, intentado evitar cualquier charquito de agua. En la tienda aseguran que son lo más de lo más, aunque sea para media hora de saltitos en la cinta y un poco de bicicleta. Lo que no te dicen es que están hechos en China por cuatro perras igual que mis Kalenji (yo las llamo Jumanji) ahora defenestradas al fondo del armario.

Año nuevo, zapatillas nuevas. Espero que me duren aunque me temo que tendrán la misma fecha de caducidad que todas y en doce meses ya se podrán ver mis calcetines a través de ellas.

Con que no me duela la rodilla me conformo.

05 septiembre 2006

Cena Cero (II)


Se acabaron las vacaciones. Después de los buenos propósitos uno llega a la conclusión de que no sirve para hacerse promesas. Suelo ser fiel a todo menos a mí mismo. Y esto viene a cuento de dos cosas. Primero, como siempre, que no tengo disciplina para escribir aquí (algo, por otra parte voluntario, que me he autoimpuse) . Segundo... No he terminado ninguno de los libros que tan ufano (más bien ingenuo) me dije que leería en verano. Y, por último (y lo más importante) no he bajado ni puñetero gramo en verano (más bien la cosa ha ido al alza). Esto no era algo que conscientemente me hubiera obligado a hacer ya que en verano es complicado. Siesta, tapita, bañito, tintito de verano, rascamientos, comida y siesta (fórmula que se repite de nuevo por la tarde). "El bañito baja calorías pensarán algunos". Cierto es. Siempre, claro está, si se hace algún esfuerzo. Si se está en plan ballena muerta, pues no.

Lo dicho, uno no sabía que la bestia adelgazante aguardaba en un rincón recondito del subconsciente y tal cual se disponía a pasar unos dias en equilibrio cósmico con uno mismo. Cuando, nada más llegar (y tras un repaso arribabajo del interlocutor) la frase estrella te jode el karma de todo el verano:

- “Estás un poco más gordo, ¿no?”

Madre, padre, hermano, amigos…hasta… UNA VECINA… joder, que poquito tarto de verdad. Tras haber escuchado ya en repetidas ocasiones esa descripción poco agraciada de mis cuerpo (otrora como el David de Miguel Angel) automáticamente el pensamiento que me vino a la cabeza fue… "Yo por lo menos no tengo un niño que parece autista y otro que es un delincuente juvenil". Además, para rematar van y te dicen "pero así estás muy bien". Hay que joderse.

Claro que de tanta tralla que meten, la cosa como que empieza a calar en, hasta entonces, una autoestima a prueba de bombas.

De ahí que, después de recoger bastantes sugerencias quitagrasas (mil gracias) he decidido retomar mi… TACHÁN… “Cena Cero” (uséase, CC version 0.2). En esta ocasión, voy a intentar comer más veces al día y menor cantidad durante la semana con algo de frutita o prácticamente nada por la noche y dedicar los placeres gastronómicos para el fin de semana.

Bueno, también tengo dos bicicletas que me encontré tiradas y a lo mejor me sirven.

26 julio 2006

Vivan las vacas... ciones

Hey, yo también tengo derecho a unas vacaciones. No serán tan acojonantes como las de mi amigo Damn it Jim en Túnez pero tendrán su aquel. Regreso para descansar a mi tierra natal. Dejo los estreses para volverme a rodear de gracejo andaluz durante unos días. A ver si se me vuelve a pegar el acento, que mi madre no hace más que llamarme finolis.

Me da la sensación de que estaré desconectado, así que he decidido imbuirme de cultura y leer algo más. Como no soy ingenuo (creo...) sólo me he puesto de deberes para el verano cinco títulos. Son los siguientes.

- A Sangre Fría - Truman Capote (para aprender de los maestros)
- La Fiesta del Chivo - Mario Vargas Llosa (Sí Damn, todavía no lo he leido)
- Ubik - Phillip K. Dick - (un poco de locura pastillera)
- En las Montañas de la Locura - H.P. Lovecraft (mi semptinerno y obligado Howard)
- La Ceremonia del Adiós - Simone de Beauvoir (ésta es mi elección al azar)

Me parece que la mezcla es heterogénea. Un poquito realismo, otro de terror, otro de ciencia ficción... y otra cosa a ver qué sale.

Ya os contaré majos.

13 julio 2006

'Extraño'

Es la palabra preferida de Iker Jiménez, el señor de lo extraño. Aunque claro, bien mirado, no sabría si esta afirmación es del todo correcta porque el vocabulario del “periodista” es bastante limitado y repetitivo. Otras de sus perlas son “oscuro”, “terrorífico”, “increíble”… Demasiados adjetivos.

Se pasa todo el programa (en televisión, Cuarto Milenio y en radio, Milenio 3) describiendo acontecimientos y situaciones difíciles de explicar, de ahí que utilice palabras tan ambigüas. Y eso que a mí el rollito parapsicológico me atrae. Sobre todo el tema extraterrestre. Pero por mucho que lo intento no me veo al Iker como gurú de la ufología. Yo no pero un porrón de gente sí. La reaparición de programas sobre fenónemos extraños, desde que años ha lo introdujera en España Jiménez del Oso, le ha aportado a nuestro amigo cierto renombre entre los aficionados.

Borracho de éxito, el chico inventa y retuerce historias para hacer sus programas. Que un historia falsa no le fastidie su irrealidad. Ese es el caso de un astronauta ruso desaparecido (abducido dijo él) que nunca existió. Más datos, fiables y contrastados, en un dossier exhaustivo sobre Iker y sus mentiras elaborado por Círculo Escéptico un grupo sin ánimo de lucro que ataca a los pseudocientíficos. Bueno bueno. También recomendable este blog sobre los rollos patateros que se marca el amigo y algunos imitadores. Hey, para que no digais que soy partidista aquí podéis acudir también a la página oficial del susodicho.

Y lo peor de todo, es que el tipo se lo cree. Se emociona y te cuenta las cosas como si pudiera hablar con los espíritus, hubiera viajado en el tiempo o tuviera estigmas.

Uno puede ser fantasioso y tener sus teorías alienígenas pero no tonto. Todo lo seductor que tienen estos temas se pierde cuando abren la boca Iker y, sobre todo, su mujer Carmen Porter (¡Dios Santo!, no la podía haber enchufado en producción o algo así). Sólo se salvan la factura de los reportajes. Son monos pero las hitorias muy malas.

Hablando de los temas... están bastante pasados. ¿La túnica sagrada? ¿Las caras de Belmez?, puag, puestos a inventar podría buscarse algo más efectista y popular. Yo que sé... uhm.. evidencias de que Michael Jackson es extraterrestre o, siendo más locales, que Jesús Gil no murió sino que fue abducido.

La única palabra que repite tanto como los adjetivos es “familia” y “fenómeno”. “Un fenónemo extraño… oscuro… terrorífico… que tiene en vela a una familia de flufluflu…”, acojonante. El próximo académico de la lengua, vamos.

Por cierto, que mala la sección de las fotos extrañas, de la que se encarga por cierto, su santa esposa. “Un espectador nos manda la imagen de una iglesia con una sombra ‘oscura’ en el fondo, nos dice que no había nadie en ese momento”. To-ca-te los cojones… “nos dice”… joder cuanta credibilidad. En fin todo se reduce a un acto de fe.

Menos Iker y más Asimov que ese sí que inventaba historias buenas.